Respecto la publicación difundida recientemente, me permito hacer las siguientes precisiones con el fin de evitar confusiones y reafirmar la importancia de la verdad:
- Jamás declaré que se hubiese retirado el nombre de Ley Amparito, dije que la ley AMPARITO era una modificación al código penal para adicionar un tipo penal y agravantes, así como un nuevo artículo 12 bis que establecía con más claridad la calidad de garante, pero al final su nombre socialmente será siempre reconocido como la Ley AMPARITO, pero jurídicamente se trata de una adición al código penal del Estado.
- Jamás salió de mi boca la afirmación de que la reforma fuese “escueta” o plagada de errores.
- Lo que en efecto manifesté fue que la iniciativa que yo redacté no fue abordada en su totalidad, ya que quedaron fuera puntos relevantes que, confió en que con el transcurso del tiempo tendrán que discutirse y atenderse, a fin de que los operadores del sistema penal no enfrenten confusión en su aplicación.
Por ello, quiero ser enfática: no entiendo por qué se realizan afirmaciones categóricas adjudicándome expresiones que no corresponden a mi persona ni a mis declaraciones.
Les pido que seamos transparentes y responsables con la información. Seamos claros, no generemos confusión.
Ya he pasado por muchas mentiras en los últimos 12 meses, mentiras incluso de titulares de Fiscalía; mentiras convertidas en denuncias falsas en contra de mi persona, les ruego no coloquen palabras en mi boca que yo jamás pronuncie, porque eso también es violencia y re victimización.
Seamos autores de transparencia, verdad y de luz.
ANA LIDIA ROMERO
